¿Se puede Prohibir Subir Perros en el Ascensor?

¿Se puede prohibir subir perros en el ascensor? Conoce qué permite la ley en comunidades de vecinos.

La convivencia en las comunidades de vecinos no siempre es sencilla, y cuando entran en juego los animales de compañía, las diferencias de criterio pueden hacerse notar. Uno de los temas que más suele generar debate es el uso del ascensor: ¿se puede prohibir subir perros en el ascensor?

La respuesta no es tan directa como parece. Detrás de esta duda hay implicaciones legales, derechos vecinales y, cómo no, muchas emociones enfrentadas. Por eso, conviene tener claro qué dice la ley en 2025, qué puede decidir una comunidad de propietarios y hasta dónde llegan los derechos de quienes conviven con animales. Porque, aunque no lo parezca, hay matices importantes.

¿Qué dice la ley en España sobre este tema?

En España, no hay ninguna norma estatal que diga claramente si se puede —o no— subir perros en el ascensor. Lo que sí existe es la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), que regula cómo se gestionan y organizan los espacios comunes en los edificios.

Esta ley permite que una comunidad apruebe normas internas para favorecer la buena convivencia. El ascensor, como elemento común, puede ser objeto de esas normas. Ahora bien, una cosa es poner condiciones para su uso con perros… y otra muy distinta prohibirlo por completo.

Para vetar totalmente el acceso con perros, haría falta modificar los Estatutos de la comunidad. Y eso solo puede hacerse con la aprobación unánime de todos los propietarios. Si alguien se opone, no hay cambio que valga.

¿Regular o prohibir? No es lo mismo

Cuando una comunidad se plantea limitar el uso del ascensor con animales, es fundamental diferenciar entre regular y prohibir. Son dos caminos muy distintos, tanto en lo legal como en lo práctico:

  • Prohibición total: no se permite subir con perros bajo ninguna circunstancia. Para que esta medida sea válida, debe estar reflejada en los Estatutos de la comunidad, y aprobada por unanimidad. Si solo se vota por mayoría en una reunión, cualquier vecino afectado puede impugnarla.
  • Regulación razonable: se establecen ciertas normas para convivir mejor, pero no se impide el uso del ascensor con perros. Por ejemplo: que el perro lleve correa y bozal, que se utilice el ascensor solo si no hay otros vecinos, o que se use un ascensor concreto si hay varios disponibles. Estas medidas sí pueden aprobarse por mayoría simple en Junta.

Lo que permite (y lo que no) la Ley de Propiedad Horizontal

  • El artículo 6 permite crear normas internas para el uso de zonas comunes, siempre que no contradigan los Estatutos ni limiten derechos reconocidos por ley.
  • El artículo 17.6 dice que cualquier cambio en los Estatutos necesita unanimidad. Y como una prohibición total afecta a un derecho de uso, se considera un cambio estatutario.
  • El artículo 18 permite impugnar acuerdos que vayan contra la ley, los Estatutos o que perjudiquen gravemente a algún propietario.

¿Qué tipo de normas se suelen permitir?

Muchos edificios optan por regular, no prohibir. Algunas medidas que suelen aceptarse legalmente son:

  • Turnos de uso: si un vecino tiene miedo o alergia, el dueño del perro debe esperar al siguiente ascensor.
  • Responsabilidad: si el animal ensucia, el propietario debe limpiar.
  • Seguridad: se exige llevar al perro con correa (y bozal si así lo pide la ordenanza municipal).
  • Horarios concretos: en algunos casos, se establecen franjas para el uso con perros. Aunque es una medida más delicada, puede tener sentido si hay conflictos repetidos.

Estas reglas son proporcionales. No impiden el uso del ascensor, pero ayudan a que todos puedan convivir con tranquilidad.

¿Y si hablamos de perros de asistencia?

Aquí no hay discusión posible. Desde la entrada en vigor del Real Decreto 409/2025, los perros de asistencia tienen reconocido su derecho a acceder a espacios públicos y privados de uso público en toda España.

Aunque un ascensor de comunidad no se considere espacio público, si el perro acompaña a una persona con discapacidad, se deben hacer los ajustes necesarios para garantizar su movilidad. Negarles el acceso sería discriminatorio y podría ir contra la normativa de accesibilidad.

¿Qué pasa si la comunidad aprueba una norma abusiva?

Si una comunidad aprueba una prohibición sin la unanimidad necesaria, el acuerdo puede ser impugnado. El plazo es de:

  • 3 meses, si se recibió la notificación.
  • 1 año, si el acuerdo infringe la ley o los Estatutos.

En esos casos, lo más habitual es acudir a un abogado, al administrador de fincas o, si la comunidad lo permite, recurrir a un proceso de mediación.

Consejos útiles para evitar conflictos

Si formas parte de la comunidad:

  • Evita prohibiciones tajantes si no hay unanimidad.
  • Busca medidas equilibradas que respeten a todos.
  • Deja constancia escrita de las normas y comunícalas con claridad.

Si convives con un perro:

  • Cumple con lo que marca la ordenanza municipal: correa, bozal si hace falta.
  • Sé respetuoso con vecinos que tengan alergias o miedo.
  • Asegúrate de que el perro esté tranquilo dentro del ascensor y, si hace algo, límpialo.
  • Si tienes un perro de asistencia, informa a la comunidad y ten la documentación a mano.

¿Qué dicen los tribunales?

La jurisprudencia española respalda el equilibrio. En la mayoría de sentencias se reconoce que:

  • Las normas razonables son legales si no anulan el derecho al uso del ascensor.
  • Las prohibiciones totales sin unanimidad no tienen validez.
  • La accesibilidad de personas con discapacidad siempre está por encima de cualquier restricción comunitaria.

¿Y las normativas municipales?

Aunque no regulan directamente si se puede o no subir con perros al ascensor, sí pueden influir. Muchas ordenanzas marcan, por ejemplo, qué razas deben llevar bozal o cómo debe ir atado un perro en zonas comunes. Y esas condiciones, claro, también afectan al uso del ascensor.

Claves para una convivencia más tranquila

  • Habla con los vecinos cuando adoptes un perro. La buena voluntad suele evitar muchos roces.
  • Entrena al perro. Un animal tranquilo genera menos conflictos.
  • Sé empático. No todo el mundo adora a los perros, y eso también es válido.
  • Busca acuerdos antes de pasar al terreno legal. Muchas veces, la solución está en medio.

En Eleva Balear, entendemos que un ascensor no es solo una máquina: es un espacio compartido

Y como tal, es normal que surjan dudas, como la de ¿se puede prohibir subir perros en el ascensor?. Lo importante es encontrar ese equilibrio entre accesibilidad, comodidad y respeto. No siempre es fácil, pero sí posible.

Desde nuestra experiencia como especialistas en instalación de ascensores en Mallorca, sabemos lo importante que es adaptar cada solución a las necesidades reales de quienes viven en un edificio.

Si tu comunidad está valorando renovar, modernizar o instalar un ascensor, podemos ayudarte a dar ese paso. Porque más allá de mover personas de un piso a otro, un buen ascensor también ayuda a acercar posturas. Y eso, al final, también mejora la convivencia.

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